martes, 13 de enero de 2015

Nunca también es eternidad

Eres innombrable porque tengo miedo de acordarme de ti. Espero ansiosa el día en que al fin logre decir tu nombre sin que el alma me llore, por la memoria de aquello que nunca fuiste y aún deseo. Sigo enamorada de tu sombra. De tu imborrable sabor a amargura. De lo que nunca serás. Siento lástima por vos. Eres incapaz de amar como te amé. Y así, espero. Espero.

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