miércoles, 27 de mayo de 2015

Sobre mi visita a un remate en Bullrich Gaona

Asistí a la subasta organizada el pasado miércoles 29 de abril del presente en la casa de remates Bullrich Gaona. Se trató de un evento en el que se presentaron  a la venta 716 objetos y obras de arte. La mayoría de los lotes eran piezas de mobiliario, principalmente de estilo luso-brasilero, así como también objetos y antigüedades de decoración, predominando la porcelana. En cuanto a obras de arte visual, se remataron pinturas y grabados, aunque también hubo esculturas, pero en menor número.

El miércoles fue el primer día de remate de tres, por lo que se subastaron los lotes del 1 al 250.  El evento empezó 30 minutos después de lo anunciado, y  según escuché decir a la persona encargada de la mesa, esta es la norma de todos los remates. Gracias a mi ignorancia respecto a esta “regla”, también pude escuchar que la misma persona comentaba que las ventas estaban siendo muy buenas en lo que va del año. Mientras esperaba el inicio de la sesión, pude ver también la llegada de los futuros compradores y su interacción con el personal de la casa. Se conocen, saben qué van a buscar y qué se ofrece. 

Por lo que pude apreciar, el público era en su mayoría masculino y de edad avanzada, aunque había excepciones, como una pareja de chicos muy jóvenes que fueron con intenciones de compra bien específicas, y yo, claro.

Al aparecer en la escena, el martillero nos informó que en caso de venta el pago se hacía de la siguiente manera: 30% en el momento y el resto en las siguientes 48 horas.

En el transcurso de la subasta noté que una gran cantidad de lotes se vendieron a través de mesa de encargue. Muchas piezas se remataron por valores menores a los estimados por la casa responsable. Sobre todo aquellos que costaban menos de $1000, que además eran varios.

Durante el tiempo que estuve allí, los precios más altos de venta fueron de $35.000 por el lote 86, que era una mesa de arrimo de estilo Don José y de relativamente pequeño tamaño y cuya estimación había sido de entre $38.100 y $57.150, por lo que si bien la transacción existió, los valores alcanzados no fueron fenomenales; y un vaso oriental de porcelana, el lote 79), cuyo valor oscilaba entre los $22.900 y $34.300. El comprador fue un hombre, también oriental, de mediana edad, que ofertó $24.000. Esto nos recuerda la existencia de este sector de compradores presente en varias subastas de la ciudad, aunque en esta, era otra excepción en el público. Los compradores orientales de porcelana oriental, una oferta con conocimiento de lo que adquiere y que además es pudiente y está crecimiento. Verdaderos agentes activos del mercado secundario de arte en la actualidad.

Durante mi visita, asistí al remate de 80 lotes. De estos, solamente pasaron, sin ser vendidos, 6. Esto sugiere un 93% de éxito. Número que me resulta altísimo. Quizás alterado por blufs para mantener al público animado, o quizás porque la mujer encargada tenía razón, y como dijo, “no se está vendiendo mal para como viene la mano”.

sábado, 31 de enero de 2015

A la memoria del amor muerto


Te desvaneces. Al fin dejo de extrañarnos. El mundo vuelve a estar lleno de posibilidades y ahora simplemente envidio tu capacidad de amar a cualquiera. Recuerdo cuando era niña y se terminaba la primaria. Sufría al saber que a quien amaba en ese entonces dejaría de ser parte de mi vida. Lloré prácticamente todo el verano pensando en ella. Más fuerte lloré cuando te tuve que dejar. Cuando empecé la nueva escuela me volví a enamorar y eventualmente, tarde o temprano, volví a llorar. Y luego de nuevo. Y después otra vez. Hasta que llegaste y pensé que sería para siempre.

Ahora me veo a mí misma y me  hallo en un momento de quiebre del que por primera vez soy plenamente consciente. Me reconozco como única responsable de mi existencia y felicidad. Ahora, después de haber llorado lo necesario y justo por nuestro fin, me creo capaz de seguir adelante. Eso sí, me miro y tengo marcas, como la que me dejaste en el tabique aquella noche. Pero ya no la quiero borrar. Es parte de quien soy, como siempre serás vos. Sin importar el tiempo que pase, siempre serás mi primera vez de tantas cosas y quiero creer que también piensas lo mismo. Te recuerdo con cariño, dulzura e intensidad, a veces rencor. Pero al fin puedo decir que eres, somos, eso, un pasado hermoso y brutal al que no se puede volver. Al que hay que dejar. Cuando tenías problemas y llorabas, siempre te consolaba diciéndote que íbamos a estar bien. Ahora finalmente me lo creo.

martes, 13 de enero de 2015

Nunca también es eternidad

Eres innombrable porque tengo miedo de acordarme de ti. Espero ansiosa el día en que al fin logre decir tu nombre sin que el alma me llore, por la memoria de aquello que nunca fuiste y aún deseo. Sigo enamorada de tu sombra. De tu imborrable sabor a amargura. De lo que nunca serás. Siento lástima por vos. Eres incapaz de amar como te amé. Y así, espero. Espero.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Las vueltas de la vida

Qué amargo resulta ser consciente de cómo nos vamos convirtiendo en extraños. Parece que como dice Noé, la única constante es el caos. Aferrarnos a lo mutable nos daña. Pero ¿Cómo no sentirnos afectados?¿Cómo mirar siempre al frente? En este mundo desordenado, me es imposible discernir lo bueno de lo malo, soy incapaz de juzgar a quienes me hacen sufrir y entonces, el pasado se hace presente eterno. Me atrapa. Me paso la vida perdonando, a mí misma y a los demás. ¿Acaso soy una idiota, para siempre enamorada de lo que me hace mal? Me refiero a todo vínculo humano. Las personas somos verdaderos universos paralelos, impenetrables, inescrutables, incomprensibles. Quizás la respuesta es justamente esa, dejar de racionalizar las cosas. Pero el corazón es traicionero y tampoco ofrece mucho consuelo dejarse llevar por él, siendo única respuesta la razón. Ay! Qué infeliz me hace este círculo vicioso. Estas vueltas de la vida.

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